«Respira profundo y descubre por qué la lavadora a 40 grados es la nueva tendencia para lavar tus tenis»
Cómo lavar tus tenis en la lavadora sin estropearlos
El calzado es una prenda de vestir que también necesita ser lavada cuando acumula demasiada suciedad. Los tenis, en particular, están en contacto constante con el suelo y nuestros pies, lo que significa que también acumulan sudor y olores desagradables.
Algunos tipos de calzado deben lavarse a mano y de manera delicada para no dañar el material de fabricación, mientras que otros pueden ser introducidos en la lavadora para una limpieza óptima. Por lo general, aquellos que incluyen algodón o lona se pueden lavar de esta manera, mientras que el cuero o piel deben limpiarse con otro método.
Antes de comenzar el lavado, es importante quitar los cordones y las plantillas. También es necesario quitar la mayor parte de la suciedad más compacta con un paño o esponja humedecida. Una vez que hayamos quitado las partículas superficiales, pondremos los tenis en una bolsa de tela vegetal o de red. Además, lo mejor es colocar una toalla en la zona de la suela para amortiguar posibles golpes dentro de la lavadora.
La temperatura del agua en la limpieza de los tenis es un aspecto que no hay que descuidar. Lo ideal es que se laven en temperaturas que vayan de los 30°C a los 40°C. Esto evitará que se dañen los tejidos y la goma de la suela. Además, la velocidad del centrifugado no debe superar las 600 revoluciones. El jabón o detergente siempre será el adecuado para los materiales. Mejor utilizar uno para prendas delicadas.
Secar este tipo de calzado no es tarea complicada. Solo hay que evitar dejarlo al rayo del sol, sobre todo en los meses de más calor. Las temperaturas altas pueden estropear la suela y hacer que el tejido pierda sus colores. Para realizar un óptimo secado, lo ideal es dejar los tenis al aire libre, pero en un sitio donde no lleguen los rayos ni la intensidad del sol.
En resumen, siguiendo estos sencillos consejos, podrás lavar tus tenis en la lavadora sin estropearlos, manteniéndolos limpios y frescos hasta la próxima vez que los uses.
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