«Tras meses de bullying, una estudiante de secundaria se quita la vida en San Luis Potosí»
El acoso escolar, también conocido como bullying, es una problemática que afecta a muchos jóvenes en México y en el mundo. Desafortunadamente, en muchos casos, el acoso comienza en casa, pero la omisión o incluso complicidad de las autoridades educativas agravan la situación, convirtiendo a la escuela en un sitio violento donde se vulneran los derechos de los estudiantes y se aplastan sus sentimientos.
Las consecuencias del bullying son devastadoras, en algunos casos mortales, ya sea por la agresión en sí o por la depresión y angustia que genera, orillando a las víctimas a buscar medidas desesperadas, como el suicidio. Un ejemplo de ello es el reciente caso ocurrido en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, en San Luis Potosí, donde una estudiante de secundaria se suicidó tras ser víctima de bullying durante varios meses.
El titular de la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), Juan Carlos Torres Cedillo, confirmó la noticia y aseguró que se activaron los protocolos ante dicha situación y se está llevando a cabo una investigación por parte de las autoridades correspondientes. Además, se ofreció apoyo a los familiares y a la comunidad estudiantil.
En este caso en particular, los padres de la menor ya habían denunciado el acoso escolar que sufría su hija por parte de otros alumnos a la directora del plantel. Sin embargo, el funcionario informó que, conforme avance la investigación, no se tomará la decisión de la expulsión de los menores, aunque sí se podrá aplicar una sanción, como cambiarlos de turno o de plantel, pues considera que expulsarlos podría causar que se unan a las filas de grupos delictivos. Agregó que se les dará acompañamiento psicológico para entender qué sucede en su núcleo familiar.
Torres Cedillo también expresó su preocupación por el aumento de los casos de bullying en México, los cuales, en su mayoría, se concentran en la Zona Metropolitana del estado, donde se encuentra el 60% de la población estudiantil. Por ello, consideró necesario que los protocolos sean más estrictos y se tomen medidas preventivas para erradicar este problema.
Es importante que los padres de familia denuncien de inmediato este tipo de situaciones y que las autoridades educativas actúen de manera rápida y efectiva para proteger a los estudiantes y garantizar que la escuela sea un lugar seguro y libre de violencia. Todos tenemos el deber de trabajar juntos para acabar con el bullying y proteger a los jóvenes de sus devastadoras consecuencias.
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