Negocios

«Obligan a trabajadores de call center a convivir con el cadáver de su compañera fallecida en la oficina»


Los call center alrededor del mundo son lugares de controversia, ya que aunque ofrecen trabajo estable, en algunos casos se habla de explotación laboral o restricciones excesivas para los empleados. En Madrid, España, una trabajadora murió mientras realizaba sus labores y sus compañeros fueron obligados a seguir trabajando con su cuerpo en el sitio.

La trabajadora, identificada como Inma, una mujer de 57 años, levantó la mano desde su cubículo, por lo que la supervisora se acercó pensando que requería ayuda por la llamada que estaba atendiendo, pero lo que ocurrió fue que estaba teniendo un infarto, por lo que se desplomó en el sitio.

Los servicios de emergencia tardaron en llegar y cuando finalmente lo hicieron, declararon muerta a la trabajadora en el lugar, pero solo la taparon con una sábana. Los trabajadores comenzaron a alterarse al enterarse de la noticia de la muerte de su compañera, pensaron que los desalojarían, pero nada les decían. La jornada laboral continuó con normalidad y ellos debían ignorar que la mujer con la que convivían a diario había muerto en su lugar de trabajo.

Pasaron tres horas desde que el cuerpo fue cubierto hasta que los servicios funerarios llegaron al call center, donde la encargada de prevención de riesgos de Konecta ordenó a los empleados desalojar la oficina para que se realizara el traslado del cadáver.

Voceros de Konecta dijeron a medios españoles que no es verdad que obligaran a sus empleados a quedarse tras la muerte de su compañera, que los que lo hicieron fue por voluntad. Agregaron que están ofreciendo todo el apoyo a la familia de la occisa y que dieron a los trabajadores la opción de realizar home office si lo consideran necesario.

El call center donde murió la trabajadora es descrito por medios españoles como un sitio con al menos 70 cubículos para que los empleados atiendan llamadas telefónicas, en este caso son de reportes de fallas eléctricas, lo que supone una jornada estresante por los reclamos y gritos de los clientes. Los empleados tienen el tiempo contado, incluso para ir al baño, algo que se ha considerado como un trato inhumano. Respecto a Inma, se informó que llevaba 15 años trabajando en el call center, se desconoce el motivo por el cual le dio el infarto.


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