En Monclova, Coahuila, se ha contado una historia que demuestra la fidelidad y complicidad que pueden tener los perros con sus dueños, pero también cómo pueden ser utilizados para cometer delitos.
En marzo pasado, un hombre identificado como Efrén González fue detenido por la policía municipal después de que se le acusara de entrar a casas ajenas para robar objetos de valor en la colonia Hipódromo. Lo que llamó la atención de las autoridades y vecinos fue que al momento de su detención, González estaba acompañado por un perro que portaba un chaleco con estoperoles y una línea de pelo tipo mohicana, al que rápidamente se le apodó «el perro rockero».
El perro no sólo era el compañero fiel de González, sino que también se convirtió en su cómplice de robo, ya que se encargaba de esperarlo afuera de las casas mientras él recolectaba las cosas de valor. Pero cuando los policías llegaron para detenerlo, el perro no dejó que se llevaran a su amigo y se subió a la patrulla junto con él.
En el Ministerio Público, el perro fue prohibido de entrar, pero se quedó afuera esperando a su amo, mientras era alimentado por policías y transeúntes. De acuerdo con testigos, el perro no se separó de González en ningún momento y se mostró muy triste cuando se lo llevaron de nuevo a la cárcel.
El perro rockero, según un video publicado en TikTok, se ha convertido en una leyenda en Monclova y aunque no se sabe si tiene dueño o simplemente le gusta convivir con todas las personas, se le puede encontrar por las calles del municipio.
Esta historia demuestra la fidelidad y el amor incondicional que los perros pueden tener por sus dueños, pero también la responsabilidad que los humanos tienen de cuidarlos y protegerlos, y no utilizarlos para cometer delitos.
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