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«Respira profundamente y descubre el misterio detrás de la forma circular del arcoíris»


El arcoíris es uno de los fenómenos naturales más hermosos que podemos ver en el cielo. Muchas personas disfrutan de ver los trazos multicolores que se forman en el paisaje, y este fenómeno suele producirse con frecuencia en meses de lluvias y altas temperaturas.

Para que se forme el arcoíris, deben darse ciertas condiciones meteorológicas. En este sentido, la presencia del agua es fundamental. Este fenómeno natural se puede definir como el grupo de arcos concéntricos de colores que se producen en la atmósfera sobre una cortina de gotas de agua (ya sea lluvia, llovizna o niebla) con la luz que viene directamente del sol o la luna.

Dada esta definición, la respuesta a cómo se forma el arcoíris se encuentra en el trabajo del físico-matemático Isaac Newton. Él concluyó que la luz blanca contiene un rayo multicolor, y a este fenómeno se le llamó «dispersión y refracción de la luz» o «dispersión cromática de la luz».

Lo que sucede con este gran trazo de colores en el cielo es que las gotas de agua funcionan como pequeños prismas. Entonces, cuando la luz solar o lunar las atraviesa, se produce la dispersión cromática. De esta manera, se separan los colores y se forma el arco que todos conocemos.

Pero, ¿por qué el arcoíris es curvo? Para entender esto, hay que mencionar que la luz atraviesa los objetos con densidad distinta. En este sentido, cambia de dirección cuando pasa del aire al agua, por ejemplo. El ángulo que forma el rayo saliente (respecto al que entró) depende del ángulo con el que la luz interviene las gotitas de agua. Pero también depende de los índices de refracción.

Este fenómeno tan bello tiene su forma característica por la longitud de onda de cada color. Cada uno de estos viaja a una velocidad diferente y lo vemos como lo vemos por la simetría esférica de las gotitas de lluvia. Los ojos detectan conos de luz y la circunferencia es la sección transversal de estos elementos. Cabe mencionar que, siguiendo esta premisa, deberíamos captar el arcoíris como un círculo completo, pero se interpone el horizonte en el campo visual.

En conclusión, el arcoíris es un verdadero regalo de la naturaleza que nos recuerda la belleza de la luz y el agua en perfecta armonía. Disfrutemos de este fenómeno siempre que podamos, y recordemos que su formación es el resultado de la dispersión y refracción de la luz que nos rodea.


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