El Monterrey decepciona en la Liguilla del Clausura 2023
El equipo del Monterrey llegó como líder del Clausura 2023 con 40 puntos, 35 goles a favor y solo 14 en contra, pero en su primer partido de la Liguilla del futbol mexicano, ha dejado mucho que desear. El Monterrey se comportó como un equipo chico y no como uno que es candidato al título.
El equipo regiomontano tenía la capacidad y la actitud para sacar la victoria en su visita a Santos, que fue el lugar 13 de la tabla, pero no lo logró. Santos entró al repechaje, porque Querétaro quedó eliminado al ser el último lugar de la tabla de cocientes.
En cambio, el América, en su visita a San Luis, demostró su ambición de ganar y ya había definido su serie a los 30 minutos del partido.
El Monterrey ha manchado el inicio de la Liguilla. Es cierto que se jacta de ser de los protagonistas del futbol nacional, pero tuvo que estar mendigando un penalti en los minutos finales del partido contra Santos, porque no fue capaz de hacerle daño a un equipo que no tiene un entrenador con experiencia y que no ha ganado un solo partido.
Para la vuelta de los cuartos de final, el Monterrey debe demostrar su verdadero potencial y mandar otro mensaje a sus grandes competidores por el título. De lo contrario, se quedarán como un conjunto del montón que hizo una buena campaña, pero que no tiene los argumentos para pelear por el título.
Por otra parte, en esta serie, las autoridades y la seguridad privada trataron mal a los seguidores del Monterrey, regresándolos a Nuevo León en la entrada a Torreón, sin importar que tuvieran en orden su Fan ID y que no fueran de la barra.
Es importante que las autoridades comprendan que hacer un operativo de seguridad no significa discriminar al aficionado visitante, sino tener la capacidad de salvaguardar el bienestar de todos los que van a los estadios.
En resumen, el Monterrey debe demostrar su verdadero potencial en la vuelta de los cuartos de final y no comportarse como un equipo chico. Las autoridades deben garantizar la seguridad de todos los aficionados, sin importar el equipo al que apoyen.
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