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«La macabra historia del chef asesino que cocinó a su novia tras 17 puñaladas»


Los profesionales que se dedican a las tareas forenses tienen que lidiar con la muerte de cerca. Ya sea en la escena de un crimen, embalsamando un cuerpo o realizando una autopsia, estas tareas suelen traer historias impactantes y crudas. En este contexto, el médico forense Jorge Luis Olivares, habló en el podcast Pepe y Chema sobre un caso que vivió en su carrera profesional en el que una mujer murió a manos de su propia pareja de manera atroz.

Jorge ha visto cientos de escenarios trágicos, víctimas de alguna muerte violenta y ha realizado más de 3,500 autopsias. Los feminicidios siempre resultan ser muertes cruentas y hechos lamentables por la forma en que se les arrebata la vida a las mujeres. De acuerdo con la experiencia del doctor Olivares, las conductas violentas en una persona pueden escalar a tal grado de matar, por lo que en una relación sentimental no se deben permitir maltratos, agresiones verbales o físicas.

El caso que recordó ocurrió cuando un chef que era adicto a las metanfetaminas cometió un crimen cuando se encontraba lidiando con el síndrome de abstinencia debido a la falta de dinero para seguir consumiendo drogas. El sujeto decidió pagarle a su dealer con su novia, lo que provocó una discusión con ella. En un ataque de ira, el chef le dio una golpiza tremenda, le fracturó el cráneo, la apuñaló alrededor de 17 veces y la degolló.

Una vez que asesinó a su novia, el sujeto comenzó a preguntarse qué haría ahora, porque se encontraba frente a su pareja muerta y él, lidiando con el síndrome de abstinencia. Se fue por sus cigarros a fumar para relajarse un poco, empezó a tomar alcohol para bajar el síndrome de abstinencia y decidió descuartizarla y cocinarla para alimentar a sus perros.

La familia de la joven la estaba buscando, sin pensar que ella ya había sido brutalmente asesinada por su pareja. La madre del feminicida encontró las extremidades inferiores de su hija flotando en una olla y el resto del cuerpo también ahí. Por fortuna, el feminicida fue detenido en flagrancia y consignado con toda la evidencia.

Este caso es una muestra del lado oscuro de la adicción a las drogas y la violencia en las relaciones sentimentales. Los profesionales forenses tienen un trabajo difícil, pero es necesario para hacer justicia y proteger a la sociedad.


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