La obra de teatro «Costo de Vida», dirigida por Samuel Sosa, se enfoca en dos historias: la de Ani, una mujer que sufre un accidente que la deja paralizada y su esposo Eddie; y la de John, un joven con parálisis cerebral, y su cuidadora Jess. Esta obra invita a reflexionar sobre las personas que necesitan de otras para sobrevivir, ya sea debido a una discapacidad física o a una inhabilidad para relacionarse.
En una entrevista, el director y productor mexicano, Samuel Sosa, explicó que en 2018 leyó la obra escrita por la dramaturga polaco-estadounidense, Martyna Majok, que le valió el Premio Pulitzer de Drama ese año. Él se pregunta por qué hay tantas desigualdades en el mundo y por qué el arte y el teatro no son atractivos para el sistema capitalista. Pero, encontró un truco para jaquear al sistema: creer en el otro.
La obra que se presentará en el Teatro Helénico a partir del 1 de mayo es una adaptación muy fiel a la obra de Majok, quien sólo puso la condición de que los actores tuvieran las mismas discapacidades que los personajes. La intención es ser lo más sinceros posibles, por eso también nos pareció interesante la idea de que no fueran dos actores interpretando una discapacidad, sino dos personas que la viven, la superan y enfrentan con todas las complejidades humanas, explicó Sosa.
En cuanto al tema de la discapacidad, dijo que no es el eje central de la obra, sino una arista de la misma. Los actores también demuestran, a través de sus personajes, que la supervivencia básica es costosa, así como el privilegio de unos cuantos.
Respecto a si los espacios de las artes escénicas en México están adaptados para las personas con discapacidad, Samuel Sosa respondió que la deuda es enorme, sin embargo, compartió que es un tema que el Teatro Helénico está trabajando.
Por su parte, los actores con discapacidad, Arly Velásquez Peñaloza (John) y Sandra Jiménez Loza (Ani), explicaron que, en el escenario, el único reto es que quizá se tienen que adaptar espacios para ellos. «En mi caso, puede ser el de interpretar a una esposa cuando no he tenido una relación de ese tipo, pero puedo decirte que no soy un ‘angelito’ como suelen llamarnos las personas, soy una ‘cabrona’, y quizá, otro de los retos fue intentar no dirigir, ya que también soy directora y escritora», indicó Jiménez Loza.
En el caso de Humberto Busto (Eddie) y Elena del Río (Jess), sus papeles tienen que ver con las personas que rechazan drásticamente cualquier intento de ayuda, incluso si sus vidas dependen de ello; o por otro lado, por ser “incapaces emocionales y sociales”, situaciones que los convierte en dependientes de alguien más.
En conclusión, «Costo de Vida» es una obra de teatro que invita a reflexionar sobre la importancia de las relaciones humanas, especialmente en situaciones en las que una persona necesita de otra para sobrevivir. Además, es una oportunidad para que la sociedad reflexione sobre la deuda que tiene con las personas con discapacidad y cómo se pueden mejorar los espacios y las oportunidades para ellas.
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