La cultura japonesa se ha asociado por décadas con valores como la disciplina, la perseverancia, el compromiso y la entrega total en todos los ámbitos de la vida diaria, desde la infancia. Estos valores y forma de pensamiento no surgen de la nada, sino de la cultura japonesa y sus prácticas motivacionales para ser los mejores.
A menudo, para dejar de ser perezoso, todo lo que se necesita es un poco de motivación y energía. Por eso, los japoneses promueven técnicas como el pomodoro, que consiste en trabajar durante 30 minutos y tomar 5 minutos de descanso para rendir mejor. Aunque esta es la técnica más popular, existen otras técnicas que se pueden seguir todos los días para convertirse en el mejor o cargar la batería para sentirse renovado, con motivación y nuevas ideas para poner en marcha.
Para salir de la cama, dejar el celular y todas las otras distracciones que impiden ser el mejor, se pueden hacer pequeños cambios en la vida diaria que beneficiarán la escuela, el trabajo o las actividades en casa. Lo mejor de todo es que no se necesita poner demasiado esfuerzo, solo tomarse algunos momentos de reflexión y concentración.
Una de las técnicas más conocidas es el Hara Hachi Bu, que consiste en cuidar lo que se come y limitarse a comer solo el 80% de la capacidad que cada persona tiene. Otra técnica es el Kakeibo, que fomenta el ahorro por medio de un registro diario de cada uno de los gastos e ingresos para asegurar una estabilidad económica en el futuro.
La técnica de la «mente de principiante», también conocida como Shoshin, consiste en mejorar la actitud y permitir sentir otras emociones que no sean la pereza, el aburrimiento o sentir que una tarea es demasiada carga. Los expertos afirman que esta fase de principiante en algo es lo que llena de entusiasmo y permite la creación de nuevas ideas.
La práctica de paseos al aire libre y en contacto con la naturaleza es otra técnica común en la cultura japonesa. Esto reduce el estrés, permite la relajación y ayuda a estar en movimiento.
Finalmente, la técnica de Wabi-sabi, relacionada con la «belleza de la imperfección», es una práctica en la que se entiende que la perfección no existe. Esto ayuda a reducir los niveles de estrés y promueve una idea ligada al minimalismo, en la que la simplicidad es lo más importante.
En resumen, la cultura japonesa tiene muchas técnicas y prácticas para motivar a las personas a ser los mejores y dejar atrás la pereza. Todos podemos poner en práctica estas técnicas y notar los cambios en nuestras vidas diarias. ¡Anímate a ponerlas en prueba!
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