MundoUcrania

Bruselas teme que la inestabilidad de Italia se contagie a toda la Unión Europea

La Comisión apostaba por que Draghi se mantuviera el mayor tiempo posible

El fin del gobierno Mario Draghi se da en un momento de enorme tensión geoestratégica con Rusia. Y en Bruselas, sede de la Unión Europea, temen que Italia, tercera economía de la zona euro, se convierta en un punto vulnerable para la confrontación de Europa con Rusia.

La participación en la caída de Draghi del Partido Popular Europeo, al que pertenecen la presidenta de la Comisión Europea y la presidenta del Parlamento Europeo, causa temores en las filas socialistas del Parlamento Europeo.

“Es un desastre para Italia, pero también para Europa y todo esto con la complicidad del Partido Popular Europeo”, acusa la eurodiputada española Iratxe García, líder del grupo parlamentario socialista en la Eurocámara.

García culpa al grupo popular europeo, liderado por el eurodiputado alemán Manfred Weber, de haber alentado las ideas de Silvio Berlusconi para arrebatar el Gobierno a Draghi. Finalmente, el apoyo del partido de Berlusconi, Forza Italia, ha sido clave para que la ofensiva orquestada por La Liga de Matteo Salvini y por los grillinos del Movimiento 5 Estrellas haya logrado poner fin al período Draghi.

La Comisión Europea, presidida por la popular alemana Ursula von der Leyen, se mantuvo el miércoles al margen de esta crisis italiana. “La Comisión nunca comenta los acontecimientos políticos en los Estados miembros”, señaló el portavoz oficial del organismo. “La presidenta Von der Leyen ha enfatizado repetidamente la cooperación estrecha y constructiva con el primer ministro Mario Draghi y desea continuar esa cooperación con las autoridades italianas en todas las políticas y prioridades de la UE”, añadió la misma fuente.

Bruselas ha tenido en Draghi un custodio de la ortodoxia política y económica. El expresidente del Banco Central Europeo tuvo la confianza de Berlín y París, que siempre han visto en él un referente, sobre todo, en temas económicos. Su presencia al frente del Gobierno italiano ofrecía, además, cierta garantía sobre la ejecución del plan de recuperación y de las profundas reformas requeridas a cambio de 191.400 millones de euros en subvenciones y préstamos.

A la inquietud por la estabilidad económica de Italia, que previsiblemente pesará mucho sobre las decisiones del Banco Central Europeo de este jueves, se añade la preocupación creciente en Bruselas por los vínculos estrechos de buena parte de la clase política italiana con el Kremlin. Los dos partidos más implicados en provocar la caída de Draghi, La Liga de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas, se han mostrado cercanos a Moscú.

Salvini llegó a preparar un viaje a Moscú en plena guerra, que no pudo realizarse. Y el que fue líder del Movimiento y hasta hace poco ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, abandonó en junio la formación por la negativa del Movimiento 5 estrellas a enviar armas a Ucrania para que se defienda de la invasión rusa.

Fuentes diplomáticas europeas apuntan desde hace semanas que Italia se está convirtiendo, además, en el puerto de entrada de las teorías presuntamente académicas y neutrales que cuestionan la posición de la UE en la guerra de Ucrania. Desde medios italianos alienta la teoría de que las sanciones europeas contra el Kremlin son un perjuicio a la economía europea y que no hacen mella en la potencia de fuego ruso según publica El País de Madrid. Un reciente sondeo del centro de estudios European Council on Foreign Relations (ECFR) ya mostraba en junio que Italia es el país de la UE con el menor apoyo a Ucrania. Solo el 56% de los italianos, según la encuesta, considera a Rusia culpable de la guerra frente al 80% de la media europea; y solo el 39% cree que Moscú es el principal obstáculo para la paz, mientras en Europa lo piensa el 64%. En Italia, el 28%

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba